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Thomas Cole National Historic Site en Greene County, Nueva York
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Shuffleboard en Sunny Hill Resort y Golf Course en las montañas de Catskills, Nueva York
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Histórico Kingston, Nueva York
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Exposiciones en el Bethel Woods Center for the Arts, Bethel Woods, Nueva York
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Sitio del festival de Woodstock en Bethel Woods, Nueva York
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Mercado en el sitio del festival de Woodstock en Bethel Woods, Nueva York
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Sala de degustación en Catskill Distilling Company en Bethel, Nueva York
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Paseo junto al río en la histórica Kingston, Nueva York
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Compras en el condado de Greene, Nueva York
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  • Estados:
    Nueva York

La región de las montañas de Catskill, repleta de pueblos históricos y el encanto del viejo mundo, más un fácil acceso a la ciudad de Nueva York, ofrece a los visitantes una variada gama de actividades.

Las montañas de Catskill son un destino que se disfruta todo el año; sin embargo, es en otoño cuando se visten de gala. El bello paisaje montañoso ofrece un caleidoscopio de colores encendidos. El cambio de tonalidades de las hojas, que pasan del verde al naranja, rojo y amarillo, para luego transformarse en un marrón dorado, es digno de ver. Más allá del esplendor del follaje de otoño, también hay un mundo nuevo de atracciones culturales y culinarias, que esperan que los descubras.

Sabrosa calidad

Puedes comenzar tu viaje en Livingston Manor, un soñoliento y pequeño poblado donde se encuentra la Panadería Brandeburg, el lugar perfecto para probar tentadores pasteles, tortas, galletas y panes alemanes recién horneados. Sigue caminando y prueba los sándwiches que venden en la Cafetería y Mercado Agrícola Main Street. Cerca de allí, en la Cervecería The Catskill puedes comprar tu cerveza en botellón o jarra. Esta cervecería artesanal en Livingston Manor es muy popular entre los residentes.

Ciudad impregnada de historia

Los pequeños pueblos plenos de historia que se encuentran distribuidos en las montañas de Catskill son famosos, en especial la comunidad de Kingston en el condado de Ulster. En 1777, esta pequeña ciudad fue la primera capital de Nueva York. La arquitectura de Kingston cuenta la historia por diferentes etapas. Parte con la colonización holandesa en los siglos XVII y XVIII, un centro de actividad comercial en el siglo XIX y sigue con el auge y la caída de la industria en el siglo XX. Casas victorianas, pequeñas tiendas, cafeterías y galerías se pueden ver por todas partes. Otra cosa genial de esta región son los lugares para comer en los que la comida se lleva directamente desde la granja a tu mesa, ubicados en estos pequeños y encantadores pueblos. Un lugar favorito en el distrito histórico del centro, es el bistró Ship to Shore, que ofrece platillos estadounidenses y donde puedes disfrutar de un delicioso almuerzo de bacalao y patatas fritas.

Esta parte de la ciudad se encuentra a orillas de Rondout Creek, donde también encontrarás el Museo Marítimo del Río Hudson. En el muelle, no olvides tomarte una fotografía con Mathilda, un remolcador a vapor del año 1898. Después de pasar por unas cuantas tiendas y galerías, dirígete hacia las afueras, donde hay incluso más tiendas y boutiques por recorrer bajo los decorativos pasillos techados. En el cruce de las calles Crown y John, hay cuatro edificios coloniales que datan de los primeros tiempos de Kingston. Se encuentran en el área de Old Stockade, que data de 1658, después de que los colonos holandeses llegaran a la zona en 1652. No olvides visitar también la Vieja Iglesia Holandesa y el Senado, que es donde se estableció la primera capital de Nueva York.

Cultura local

Si deseas conocer algo de la maravillosa cultura de las montañas de Catskill, dirígete al sudoeste hacia Bethel. Donde en 1969, llegó medio millón de personas para vivir "tres días de paz y música" en un festival llamado Woodstock. Al contrario de lo que muchas personas creen, el festival no tuvo lugar en la ciudad de Woodstock, que queda a más de una hora en automóvil de Bethel.

La Empresa de Destilación Catskill se encuentra a pocos minutos de distancia y vale la pena una visita. En la destilería se producen ginebra, vodka y whisky, y se ofrecen recorridos y degustaciones. También se puede visitar el edificio de al lado, el Dancing Cat Saloon, donde se puede almorzar o cenar, o escuchar música en vivo.

Desde aquí, conduce unas millas hacia el oeste, hasta el pueblito de Narrowsburg. No te pierdas el paisaje que se aprecia sobre el sector más estrecho del Río Delaware y no olvides explorar los cielos en busca de las águilas calvas que a veces se encuentran en esta zona.

Buscando alojamientos en la montaña

Y si deseas alojarte en las montañas de Catskill, entonces la variedad te dejará sin palabras. El Ecce Bed and Breakfast, es una casa de montaña que ofrece un ambiente íntimo de cinco habitaciones con vistas al Upper Delaware. Las vistas son realmente mágicas. También ofrece un magnífico desayuno: tostadas francesas hechas a pedido con fresas frescas y plátanos, y una lonja de tocino crujiente.

Y si lo que deseas es algo diferente, entonces no lo dudes, lo tuyo es  el Roxbury Motel. Con un toque extravagante y excéntrico, todas las habitaciones están decoradas según un tema en particular relacionado con diferentes películas o programas de televisión. Archaeologist's Digs es una cabaña privada de tres dormitorios basada en las películas de "Indiana Jones". También están las suites “Breakfast at Tiffany’s” (Diamantes para el desayuno), “I Dream of Jeannie” (Mi bella genio) y “Amadeus’ Bride” (La novia de Amadeus). Y para disfrutar de deliciosa gastronomía, nada mejor que el Restaurante Public, ubicado del otro lado de la calle.

También puedes acercarte a Inn at Lake Joseph, donde puedes tomar un bote a remo para mirar la puesta del sol en la distancia. En las suites encontrarás una bañera de hidromasaje y una acogedora chimenea, que te permitirán relajarte de la mejor forma posible.

Conocida como el lugar ideal para ir de vacaciones, la región de las montañas de Catskill en Nueva York es tan seductora como preciosa. En esta zona hay una gran variedad de actividades al aire libre, además de excelentes alojamientos y suculentas ofertas gastronómicas.