Carolina del Norte y el Virginias Loop: Recorridos por ciudades pequeñas y ciudades emergentes

Raleigh, ubicada en el famoso “Research Triangle” (“Triángulo de la investigación”), formado también por Durham, Chapel Hill y las universidades más importantes de las tres ciudades, es una ciudad que sabe un par de cosas sobre restaurantes de calidad, ya sean lujosos u hogareños. Comer como un lugareño en Raleigh significa hacer una parada en el State Farmers Market (Mercado de Agricultores Estatal). Mientras camines por los puestos de comida en los que hay productos coloridos y comidas típicas, tendrás la sensación de que este es el corazón de la escena gastronómica de la ciudad. Este mercado, que cultivaba un ambiente de la granja a la mesa antes de que estuviera de moda, es un lugar agradable para los amantes de la comida, chefs caseros y cualquier otra persona que busque cosas como miel, pan o queso artesanal y vino hecho en casa. Completa la experiencia con una comida o un postre del State Farmers Market Restaurant o N.C. Seafood Restaurant, que están ubicados dentro del mercado. Sumérgete en la escena cultural en el North Carolina Museum of Arts (Museo de Artes de Carolina del Norte), que cuenta con una amplia variedad de obras de arte modernas y clásicas. Un paseo por el Rodin Garden (Jardín Rodin), que está repleto de elementos naturales y esculturas de bronce de Auguste Rodin, es uno de los puntos más destacados. Termina el día con algo dulce en Videri Chocolate Factory, donde, de seguro, aprenderás acerca de las maravillas de la producción de chocolate desde el grano hasta la barra con lo que te enseñen los apasionados maestros chocolateros. Ubicada dentro de un pintoresco almacén de ladrillos, esta fábrica de chocolate podría impresionar incluso a Willy Wonka. Asegúrate de comprar algunos bocadillos para el camino.

Dirígete hacia el norte por la Interstate 95 (Interestatal 95) hasta Richmond, Virginia, la histórica capital del estado, que combina populares lugares de entretenimiento y fácil acceso a actividades al aire libre. Richmond es la única ciudad de Estados Unidos que cuenta con rápidos de clase III y IV justo en el centro de la ciudad. Inscríbete con un proveedor para disfrutar de una aventura de rafting y, después de eso, échale un vistazo a la escena urbana. Hay mucha actividad en Carytown, un barrio conocido como la “Mile of Style” (“Milla del Estilo”). Mira una película durante la mañana en el elegante Byrd Theatre (Teatro Byrd), prueba bocadillos de la granja a la mesa en The Daily Kitchen & Bar y, luego, pasa por The Jasper para disfrutar de los mejores cocteles. No muy lejos de Carytown, pasea por el Fan District (distrito Fan), un sector artístico y a la moda con arquitectura llena de historia y líneas bordeadas por árboles. También es el hogar del Virginia Museum of Fine Arts (Museo de Bellas Artes de Virginia) con exposiciones de trabajos de maestros como Cezanne, Degas, Renoir y Picasso. En el extremo oeste de la ciudad, descubrirás Monument Avenue, donde puedes asombrarte con las majestuosas mansiones de la época dorada, examinar monumentos históricos y deleitarte con un paseo perfecto al atardecer.

Continúa hacia el norte por la Interstate 95, luego atraviesa caminos montañosos y descubrirás el Harpers Ferry National Historical Park (Parque Histórico Nacional Harpers Ferry), ubicado donde se encuentran los ríos Potomac y Shenandoah en Virginia-Occidental. Altos arces y sicómoros bordean la costa, lo cual ofrece un retiro pacífico. Este lugar tranquilo alguna vez fue el lugar donde hubo una revolución abolicionista, además de uno de los puntos álgidos de la Guerra Civil. Conduce por el pintoresco Washington Heritage Trail (Sendero Patrimonial de Washington) hasta la cercana ciudad de Shepherdstown, una localidad junto al río donde la historia está adornada por un poco de misterio. Los amantes de los fantasmas y detectives se enamorarán del Shepherdstown Mystery Walk (Paseo Misterios de Shepherdstown), que está lleno de leyendas interesantes y tentadoras historias de fantasmas. Si buscas más nostalgia histórica, pero de la dulce, tienes que visitar True Treats Historic Candy. Las estanterías de esta tienda, que también podría ser un museo de caramelos, están llenas de dulces y golosinas de antaño. Busca más delicias para satisfacer tus antojos dulces, y para siguiente sección del viaje.

Dirígete al suroeste por las Interstate 81 (Interestatal 81) e Interstate 64 (Interestatal 64) hacia White Sulphur Springs y, luego, pasea por los hermosos caminos rurales y las cadenas montañosas de la panorámica Route 60 (Ruta 60) hasta llegar a The Greenbrier Resort. Este lugar, una escapada de lujo idílica en la pintoresca privacidad de las Allegheny Mountains (montañas Allegheny), ha sido un retiro para presidentes, celebridades y deportistas famosos por décadas. Disfruta de una estadía en este Monumento Histórico Nacional, que incluye acceso a varios campos de golf, un spa moderno, un centro ecuestre e, incluso, un casino. Una de las mejores partes de tu visita será el recorrido de 90 minutos por Greenbrier Bunker (Búnker Greenbrier). Es un vistazo fascinante a lo que, alguna vez, fue un búnker secreto del Gobierno que sirvió como posible lugar de reubicación para los miembros del Congreso en caso de una emergencia nacional. Antes de salir de la ciudad, pasea por la Main Street (Calle Principal) de White Sulphur Springs para aprovechar las maravillosas tiendas y restaurantes en un ambiente relajado y pintoresco.

Aventúrate en dirección sur por la Interstate 77 (Interestatal 77) o toma la ruta panorámica a través de la U.S. Highway 219 (Carretera 219 de Estados Unidos) de regreso a Carolina del Norte. Las ciudades universitarias son conocidas por su hermosa arquitectura, su entorno animado y su frondoso paisaje, y Winston-Salem, hogar de la Wake Forest University (Universidad Wake Forest) no es la excepción. Pasa una tarde tranquila en los Reynolda Gardens (Jardines Reynolda) de la universidad, ubicados en el campus. Con 52 hectáreas de espacio para jardines, un conservatorio, invernaderos y un museo, este es un lugar hermoso para los amantes de los jardines y los fotógrafos de la naturaleza. Para obtener más información sobre la historia local, dirígete al Old Salem Museum & Gardens (Museo y Jardines Old Salem), un sitio histórico viviente donde se detallan las primeras influencias de la vida sureña y la hermandad morava en el área. No puedes irte sin probar una caja de galletas moravas; deleites delgados y delicados con un sabor delicioso. Para terminar el día, descubre el espíritu creativo de la ciudad en el Downtown Arts District (distrito de las artes del centro), ubicado entre las calles Trade y Liberty. Recorre la Art Trail (Ruta del Arte) o pasea por una galería y toma un recorrido por un estudio. Winston-Salem también tiene la distinción de ser el lugar de nacimiento de la popular dona de Krispy Kreme; la tienda original de Krispy Kreme está en el histórico Old Salem. Ve a este lugar para una visita, un recorrido y probar algunas de sus legendarias donas glaseadas tibias.

Un viaje de dos horas hacia el oeste te llevará al hermoso territorio de la Blue Ridge Mountain (cordillera Azul). Asheville, un lugar de espíritu libre y lleno de actividades al aire libre, es una ciudad de montaña que te recibe con los brazos abiertos. Recorre la impresionante Biltmore Estate (Finca Biltmore), una mansión de estilo castillo, propiedad de la familia Vanderbilt, y pasa un rato en las secciones de las montañas designadas para senderismo en el famoso Appalachian Trail (Sendero de los Apalaches), antes de sumergirte en la escena gastronómica de la ciudad. Tu primera parada debe ser Cúrate, el premiado restaurante de tapas de la chef Katie Button. Un sorbo de vino tinto español y un bocado de camarones con ajo y jerez te permiten saber que te espera algo grande y especial. Continúa la diversión en Battery Park Book Exchange & Champagne Bar. ¿Hay algo que no te pueda gustar de este ingenioso bar ubicado justo en el centro de un pueblo cervecero? Compra algo interesante para leer y bebe un poco de vino espumoso mientras estés allí.

Conduce aproximadamente una hora en dirección sur desde Asheville, y estarás en Brevard, un pintoresco pueblo montañoso y tu puerta de entrada a muchas aventuras al aire libre. El cercano Pisgah National Forest (Bosque Nacional Pisgah) merece tu atención en primer lugar; recorre los senderos de este encantador bosque nacional en bicicleta o a pie. Asegúrate de visitar el Gorges State Park (Parque Estatal Gorges), donde emprenderás un viaje por los prístinos senderos que te llevarán a maravillosas cascadas y gargantas de río. ¿Te sientes lleno de vida? Visita Sliding Rock y recorre un sendero natural con una cascada convertida en tobogán que llega a una genial y refrescante piscina de montaña. Regístrate con un proveedor para una clase de pesca con mosca o una entretenida excursión por el French Broad River (río French Broad) en canoa, kayak o neumático. El centro de Brevard ofrece un excelente descanso de las actividades al aire libre gracias a sus tiendas y restaurantes. Visita el Hobnob Restaurant, un hogar de un artesano pintoresco y renovado, donde puedes acomodarte para disfrutar de un almuerzo gourmet casual. Si Brevard no logra encantar a tu corazón, la mascota de la ciudad lo hará. Pisgah Pete, una adorable ardilla blanca (una de las muchas ardillas blancos de la ciudad), sirve como el embajador no oficial de la ciudad. Los lugareños confían en él para predecir la llegada de la primavera e, incluso, el ganador del Súper Tazón. Cuando sea momento de despedirse (y será difícil), conduce un poco más de dos horas hacia el Charlotte Douglas International Airport (CLT) in Charlotte, Carolina del Norte, para tomar tu vuelo a casa.