Viaje por carretera en Puerto Rico: Aventura isleña y belleza panorámica

Después de explorar San Juan, alquila un automóvil y viaja al oeste, hasta Manatí. Dirígete a la playa Mar Chiquita, donde dos formaciones de coral rodean una ensenada poco profunda creando el efecto de una playa más pequeña en una más grande. Las olas relajantes crean las condiciones de playa ideales para relajarse, nadar y practicar esnórquel sin sentirse abrumado por las olas. Cuando llegue la hora de almorzar, tu día en la playa mejorará. Hay food trucks que sirven comida al estilo de la isla en un campamento ubicado en el estacionamiento cercano a la playa. Las exquisiteces locales que vale la pena probar incluyen empanadas rellenas de picadillo y coco frío (agua de coco fresca y fría servida directamente en el coco). No muy lejos de Mar Chiquita, camina por Laguna Tortuguero, un área ecológica diversa que, además es uno de los dos lagos naturales de Puerto Rico y también ofrece impresionantes vistas al mar.

Antes de continuar hacia el oeste, toma un pequeño desvío hacia el Lago Dos Bocas. Alquila un bote para dar un paseo por el lago o toma un ferri para ir a uno de los restaurantes que lo rodean. Termina tu día con un ambiente hogareño, saborea los típicos platos puertorriqueños como plátanos verdes fritos, cerdo asado, papas rellenas y arroz con frijoles, junto con una botella helada de Medalla (una suave cerveza local).

Solo 30 minutos en auto al oeste de Arecibo está la costa oeste de la isla. Esta zona, especialmente famosa por sus playas, es un paraíso para los surfistas. Además de encontrar olas perfectas, abundan oportunidades de turismo. En Isabela, una pintoresca ciudad frente a la playa, pasea por las calles visitando los cafés y las tiendas. Mientras te relajas en Isabela, no te pierdas la oportunidad de pasear a caballo por la playa. Inscríbete para un recorrido con Tropical Trail Rides para disfrutar de una salida tranquila junto a aguas color aguamarina y a través de un frondoso bosque.

Desde Isabela, dirígete al suroeste, hasta Cabo Rojo, para disfrutar de vistas dignas de una postal. Ubicado en un acantilado de piedra caliza de color rojizo, el Cabo Rojo Lighthouse (Faro de Cabo Rojo) es un ejemplo de la auténtica arquitectura española en medio de una escarpada belleza costera. Si exploras los terrenos, obtienes una noción de la historia del faro entre sus cautivadoras vistas a la playa. Aventúrate en los senderos que van desde el Cabo Rojo Lighthouse hasta una playa de arena blanca llamada La Playuela. Con los pies en la arena, puedes relajarte o pasear por la playa. Mira hacia arriba y descubrirás una hermosa vista del faro y los acantilados desde la costa. En las cercanías, también puedes explorar el Cabo Rojo National Wildlife Refuge (Refugio Nacional de Vida Silvestre de Cabo Rojo), un lugar ideal para recorrer senderos y observar la vida silvestre del Caribe.

Viaja una hora al este y llegarás a Ponce, conocida por su espléndida arquitectura del siglo XIX y el Museo de Arte de Ponce, que no te puedes perder. En el Museo Castillo Serrallés, recorre la elegante finca de una de las familias más famosas de Puerto Rico, los Serrallés, creadores del ron Don Q. Aprende cómo se entrelazan las industrias de la caña de azúcar y el ron mientras exploras el interior de la mansión, además de los patios llenos de plantas tropicales y detalles arquitectónicos únicos. Deja tiempo para visitar la pacífica cruz situada en la cima de la colina, donde tendrás el agrado de contemplar las pintorescas vistas de la ciudad. Cuando salgas, no te olvides de comprar un regalo de despedida: un agradable vaso de ron Don Q.

A solo un corto viaje en bote por la costa de Ponce, embárcate en un viaje de un día a la reserva natural Caja de Muertos. Súbete a un catamarán o un barco y navega por el mar Caribe hasta llegar a este pequeño paraíso isleño. Respira tranquilo mientras disfrutas de tiempo de calidad en la playa o paseas por un sendero natural que te lleva al viejo faro. Ahorra tiempo para practicar esnórquel y presta atención por si ves tortugas marinas. Antes de volver al norte, escápate un momento y visita Coamo, ubicada al este de Ponce. Ubicado en la orilla de un río, las Hot Springs of Coamo (Termas de Coamo) son conocidas por sus aguas termales naturales y rejuvenecedoras. Disfruta de un baño terapéutico en una de las piscinas o, incluso, un masaje en el spa del lugar antes de que tu viaje te lleve a las montañas.

Desde Coamo, dirígete a Cordillera Central, la hermosa, pero menos concurrida, región montañosa de la isla. Estas verdes laderas de montaña son el hogar de algunas de las mejores tierras para cultivar café en el Caribe. Si quieres divertirte un poco, haz un recorrido por una granja de café en una de las plantaciones locales. Mientras recorres los huertos de café ubicados en las laderas y descubres los detalles del procesamiento de los granos, aprenderás cómo el aire fresco de la montaña y el rico suelo crean un ambiente ideal para producir café de calidad.

Este denso paisaje tropical se siente como algo salido de “Jurassic Park”, lo cual lo convierte en un el hogar ideal para una de las atracciones más emocionantes de Puerto Rico, el Toro Verde Nature Adventure Park (Parque de Aventuras Naturales Toro Verde) en Orocovis. Aquí hay varias tirolesas y campos de aventura, pero los más audaces deben probar The Monster, una de las tirolesas más largas del mundo, con 2,5 kilómetros. Después de una sesión informativa de seguridad y un recorrido por un puente colgante de 47 metros de largo hasta la plataforma de lanzamiento, estarás listo para volar (¡como Superman!) sobre y a través de la vegetación de las montañas a velocidades que alcanzan los 152 km/h. Antes de volver a San Juan para terminar tu aventura, relájate con un plato de mofongo y un coctel inspirado en la isla en el restaurante ubicado en las instalaciones de Toro Verde.